Fuente de la foto y receta: Las recetas de mis amigas
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 12 placas de canelones
- 1 pechuga de pollo o restos de pollo asado
- 1 lata de paté ( ibérico mejor )
- 1 cebolla pequeña
- 1 calabacín pequeño
- 2 ó 3 dientes de ajo
- Tomate frito
- Queso azul
- Dos cucharadas de harina
- Medio litro de leche
- Aceite de oliva
- Pimienta
- Nuez moscada
- Sal
- Queso rallado suave
PREPARACIÓN:
Picar finamente la cebolla y el ajo. Pelar el calabacín y lo trocear a cuadraditos. Hacer las pechugas a la plancha a fuego medio (salvo que utilicemos sobras ya cocinadas), y una vez que hayan enfriado un poco, cortar en pequeños trozos (con unas tijeras o desmenuzándolo con las manos).
Calentar 3 cucharadas de aceite en una sartén y sofreír las verduras hasta que estén tiernas. Añadir el pollo troceado, remover e incorporar la lata de paté. Salpimentar y mezclar bien junto a 2 cucharadas de tomate frito.
Preparar una bechamel ligera: En un cazo empezar calentando un poco menos de medio vaso de aceite (100 cc), añadir 2 cucharadas rasas de harina y rehogar un poco. Con ayuda de unas varilla mezclar e ir agregando poco a poco medio litro de leche, sin dejar de remover. Poner sal, pimienta y nuez moscada. Debe quedar suave y cremosa.
Preparar las placas de los canelones según indique el fabricante y ponerlas sobre un paño de cocina para secarlos.
En una fuente para el horno poner una base de tomate frito.
Mezclar 4 ó 5 cucharadas de la bechamel con el relleno del pollo formando una pasta suave. Ni demasiado espesa ni demasiado ligera.
El resto de la bechamel calentarla a temperatura muy suave e ir añadiendo el queso azul removiendo hasta que el queso se mezcle bien. Ir probándolo hasta que el sabor esté a nuestro gusto.
Rellenar los canelones con la mezcla del pollo, ir enrollándolos y colocándolos en la bandeja sobre la base de tomate.
Cubrir con la bechamel de queso, espolvorear con el queso rallado y meterlo en el horno (que habremos precalentado previamente) a 270 grados en la posición de grill, para que se tueste un poco el queso.
Cuando la superficie esté dorada, sacarlo y dejar que repose unos minutos y servir.
Si hemos hecho mucha cantidad de canelones se puede congelar lo que sobre (cuando lo vayamos a comer, basta con calentarlo en el microondas después de haber descongelado, e incluso se puede repetir el gratinado en el horno volviendo a cubrir la superficie con queso rayado).
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